viernes, 17 de junio de 2011

" La notte dei segreti " (La noche de los secretos)


Ahi estaba Massimo Rossi Giovanetti a la una y treinta de la madrugada en una noche iluminada solo por la gigantesca y brillante luna, sentado en el sillon con su copa de whisky escoces Johnnie Walker (invitacion de la casa), en su mano derecha que colgaba y se balanceaba del apoyabrazos, viendo atentamente como las muchachas pasaban frente a el con sus miradas complices invitandolo a formar parte de semejante fiesta que se daba en el recinto "La notte dei segreti" situadio en la costa de Civitavecchia, a solo unos cuantos kilometros de Roma... Pero Massimo se encontraba totalmente entregado a su escoces y al calor de las leñas que se quemaban dando a la habitacion un ambiente totalmente placentero...

La primera en acercarse fue Donatella Giano Giancapetto, con un cuerpo de un volumen importante alterado gravemente por sus 15 años en el equipo olimpico de levantamiento de pesas de Livorno en el cual llego a ganar el premio "Tre Stelle" (tres estrellas, premio ganado al salir tres veces campeona consecutiva de la diciplina), con apenas una pollera que apenas tapaba sus nalgas, cuadradas y duras como el mismisimo acero, y dos telas de color arena que tapaban sus diminutos pechos pero dejaban ver sus abdominales casi esculpidas por Miguel Angel, trataba de convencer a un Massimo totalmente indiferente que levantando su mano izquierda solo con los dedos indice y mayor, agitandolos en el aire y mirando hacia su propio hombro, le indico que siga su camino...

La segunda que quiso conquistar a Giovanetti era la gran Tazia Di Genaro, una belleza nacida en Ancona que dedico toda su vida a su cuerpo, por lo cual tenia un cuerpo de los cuales todo europa estaba orgulloso pero su gran problema era su rostro, por lo cual la llamaban Tazia "Brutta Faccia" Di Genaro. Su rostro era motivo de miedo de muchos infantes en el sur de Ancona donde siempre se la veia pasar cuando se dirigia a comprar pan para su enferma madre. Se hace imposible expresar la fealdad de su cara con palabras... Massimo con sus cejas fruncidas no dudo en hechar a la pobre Tazia de adelante suyo para esperar a la proxima.

La tercera era la divina Maria Isabella Cavallari, hermosa, dulce, tierna, educada, con voz de angel, cuerpo delgado y sus pechos apenas turgentes que luchaban por escapar de una diminuta blusa azul que la cubria y su cola parada escondiendose bajo un pantalon de lino blanco que marcaba cada detalle de su ropa interior. Pero Maria Isabella escondia un secreto, el cual era perceptible al acercarse; su aroma se asemejaba al producido por la junta de excremento de mil vacas y mil caballos durante años condimentado con orin de cientos de zorrinos. Estar cerca de la hermosa Isabella era como encontrarse sumergido en las peores inmundicias del planeta tierra, la pobre no duro ni escasos 10 segundos cerca de Massimo...

La noche fue pasando y las mujeres seguian desfilando por delante del magnanimo Giovanetti, Grazia Zolezzi (tenia tanto pelo como un indigente sirio), Julietta Della Valle (la pobre sufria de lepra desde los 10 años), Eleonora Vaccaro (alzheimer en un nivel insufrible), Giannina Figara (sufria un pequeño problema de peso, con su escaso metro cincuenta y tres pesaba ciento veinticuatro kilos), entre otras...

Horas despues, cansada y preocupada Angela Maria Giancarlo, la Madama, dueña de "La notte dei segreti" se acerco a Massimo para preguntarle que era lo que realmente queria, ya que habian desfilado ante el las mejores de sus muchachas y las horas seguian pasando y el amanecer estaba por bañar con su luz las calles de Civitavecchia por lo cual deberian vaciar el recinto y cerrar sus puertas hasta que vuelva a reinar la noche, a lo que Massimo se levanto del sillon trastabillando por su deplorable estado, teniendo en cuenta la cantidad de copas de whisky que habia ingerido gracias a la hospitalidad de tan generosa Madama, y apoyando en ella todo su peso y moviendose como si se encontrara en un pequeño bote de madera en plena tormenta en altamar le dijo:

"Nono.. ¡hip!, muchas ¡hip! gracias........ yo solamente estaba aqui ¡hip!... para ver...¡hiphip! y tomarme unas ¡hip!... ricas copitas...¡hip!, hasta ¡hip! luego......"

Massimo se dio media vuelta y tirando unas cuantas lamparas que se cruzaban en su camino, colgandose de una cortina y arrancandola de su carril, llego hasta la puerta y cruzo la misma cerrando y dejando adentro de "La notte dei segreti" a todas esas almas solitarias llenas de rencor, enojo y tristeza por jamas haber sido amadas...

Al amanecer, el grito de Angela Maria Giancarlo al ver todas las botellas de sus mejores whiskys completamente vacias se escucho desde Siracusa hasta Milan, desde Ragusa hasta Bolzano, de sur a norte por toda Italia....................... "MAAASSIMO ROSSI GIOVANETTIIII  FIIIIGLIO DI PUTTAAANAAAAAA !!!!!!!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario